Lugar de expresión y reivindicación de la Asociación "Movimiento Ciudadano por el Empleo" de La Isla.

¡Únete!

lunes, 20 de julio de 2015



CANCER.

La enfermedad cruel.te va eliminando y a la vez te permite que todos tus sentidos estén lucido y viendo como la batalla la ganan siempre ella.
Esta historia al igual que tantas en tantas familias, se diferencia pues es una parte de mi familia.
Mi sobrino Alejandro solo 29 años un gran luchador hasta el final, vivió la vida disfruto aunque la enfermedad le ponía zancadilla, no permitía que el desanimo se anclara en su familia y el era quien le transmitían esa serenidad y los ánimos pues no quería tirar la toalla.
Fueron 3 años con subidas y bajadas de ánimos, pero el siempre busco el lado de la esperanza pues sus ganas de vivir eran inmensas.
Su madre Manoli, guardiana de sus noches y sus días la vida le daba otra dura prueba, pues Jose su marido y mi hermano tuvo la misma mala suerte de conocer a esta cruel enfermedad.
Son muchos palos que a algunas familias le suelen tocar y la familia de mi difunto hermano no han tenido esa suerte, a veces me pregunto el porque se permite que ocurra estas cosas. Y cuando buscamos esa complicidad de ese Dios ¿ porque no encontramos respuestas?.
Ayer conocí a Paloma la novia de mi sobrino, la mujer que le dio 8 años de felicidad y estuvo hasta el final a su lado, gracias Paloma.
Y finalmente ese hermano mayor que siempre tenemos ahí, mi sobrino Jose Luis portador de la médula para el milagro no realizado, el amigo y compañero, que la vida no le ha dado la suerte que el merecía.
porque el Cáncer es una enfermedad si alma y no es tampoco sensible pues no respeta las edades.
Quiero resaltar con estos matices quien era o como era Alejandro mi sobrino.
Capote como el llamaba a su medico por la feria de Chiclana, el le decía Capote yo quiero ir a mi feria y disfruto de su feria,en esta ultima semana de su vida también le comentaba a su medico, Capote ya te has rendido, ya no me haces nada pues yo sigo para adelante, esta era su forma de ser y no se si fue la ultima o la penúltima noche converso con una de la enfermera sobre su enfermedad, pues el ya notaba que la hora le llegaba y me dijeron que entre los dos lo hablaron y comento al final que tenia una gran paz interior y que su padre lo estaba esperando.
Este era mi sobrino Alejandro, del cual me ha hecho sentir orgulloso por la forma de afrontar su final de esta cruel enfermedad.
Este es mi humilde homenaje que te ofrezco Alejandro, que tengas un buen viajes y que pronto veas al Potala y cojáis las cañas y pesquéis algo que haya en ese lugar.
Adiós.